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Como encariñarse con un autobús en Madrid

203 líneas. Cada una con sus historias: 27, 34, 3, la circular, el nocturno, el autobús turístico. Un mundo de posibilidades. Un autobús para cada estado de ánimo y para cada recuerdo. Uno que te lleva a las plazas mas grandes y a los grandes monumentos y otro que te invita a perderte por las calles de Malasaña o Huertas. Hay autobuses azules, autobuses rojos y amarillos. Hay autobuses apurados por la calle y contemplativos en una parada. Hay los que te retan y los que te tranquilizan.

 

Uno que te lleva a la Puerta del Sol y a la sonrisa de los guías de Trip Tours Madrid.

 

También te llevan a casa, que puede ser la de toda la vida o un alojamiento recién estrenado pero que por unos días será tu hogar. Muchas veces no sabes qué decirle al humo que deja por detrás cuando se va aleja de ti. Qué rabia da. Pero le perdonas, al final y al cabo con él conoces Madrid.

 

Últimamente me ha dejado tirada 2 minutos antes de alcanzarle, pero sé que lo hace a propósito, para obligarme a mirar alrededor y descubrir un edificio que no conocía, un cantante callejero, el olor de churros de la mañana, la pareja apurada para ir a bailar chotis en Opera. Entonces intento leer algún anuncio, pero se me va la vista en una milhoja (¡ay!) …las pastelerías de Madrid.

 

El autobús es cortés, porque te deja en la entrada de la Plaza Mayor, del Parque del Retiro, te da la posibilidad de ver la Puerta de Alcalá, y eso mientras escuchas a la chica de al lado que acaba de salir de clases de flamenco o del instituto.

 

¿Cuanto del mundo está dentro de un autobús?

 

¿Cuanto Madrid se vive desde un autobús?

 

 Creo que utilizar el transporte público es la forma mas íntima y más pública de conocer una ciudad, con todas sus caras tristes y alegres, audaces y rutinarias. Por sus ventanas puedes ver las miradas del que ya los ha visto todo y del que no para de asombrarse (y estos últimos son los mejores).

 

La relación del autobús con el madrileño o el viajero es intensa. Te espera en frente de tu casa cuando no llevas prisa, pero cuando la llevas, entonces te deja y lo odias lo odias. Te acompaña cuando te sientes solo y triste, cuando se te cae todo al suelo, cuando se te rompe la vida. Lo amas cuando te recoge en la Madrugada, cansado, y te lleva por fin a casa después de una gran noche. Te ilusiona cuando te lleva a tu barrio preferido, cuando te subes a las 09:00 de la mañana después de desayunar churros con chocolate en San Ginés. Te sorprende cuando no lo esperas, cuando terminas un tour con nosotros y haz hecho nuevos amigos. Allí esta él, esperándote paciente.

 

Tienes 3, 56, 27, 133 razones para subirte.

 

Llévame a donde quieras que yo de Madrid no me harto.

 

“Dedicado a todos los operadores y operadoras del transporte publico de Madrid”