El Barrio de las Letras de Madrid es un lugar lleno de magia, historia y literatura. Recorrerlo es una de las grandes experiencias para cualquier turista y de los grandes placeres que podemos darnos los locales. Ahí encontramos la casa de Lope de Vega, la casa de Quevedo y… el piso que Cervantes alquilaba. Sí, lamentablemente no tenía su propia casa. Les contaré por qué.
Todos sabemos que la literatura hispana tuvo un extraordinario periodo al que llamamos “Siglo de Oro”, ¿cierto? En ella destacaron importantes autores. Por ejemplo, en la poesía, estuvieron Luis de Góngora y Argote, autor de las Soledades, y también Francisco de Quevedo, el mismo que se atrevió a decirle a la reina en su cara que era coja. En el teatro, por su parte, estuvieron Félix Lope de Vega, al que apodaban “el fénix de los ingenios”, y Calderón de la Barca, de quien seguro conocemos su famosa obra La vida es sueño.
Todos ellos fueron, además de grandes artistas, hombres que pudieron y supieron sacar provecho económico de su escritura. Los poetas porque en aquella época todo acto de importancia, civil o religioso, requería versos y los contrataban a ellos para tales efectos. Los dramaturgos, a su vez, porque si algo se consumió en aquel Siglo de Oro fue el teatro. Ése fue el espectáculo y el entretenimiento más importante durante todo el periodo. Era tal su demanda, que los administradores de teatros estaban ávidos de nuevas obras.
Lo que no tuvo tanta demanda fue la novela… En esa época la mayor parte de la población no sabía leer, así que ¿quién iba a comprar El Quijote? ¿O las Novelas ejemplares? No, para Cervantes había un público muy reducido y, además, como no existían los derechos de autor como hoy, quien llegó a hacer ganancias importantes fue el librero que lo publicó (digamos, su editor).
Así, pues, mientras alguien como Lope de Vega tuvo una enorme y vistosa casa, Cervantes murió pobre, pobre y miserable en un piso que alquilaba. ¿Quién diría que su Quijotese convertiría en el texto más importante de la literatura hispana? Así como la anécdota completa de Quevedo y la reina coja, ésas son las cosas de las que se entera uno al tomar tours de la mano de los expertos.